domingo, 20 de noviembre de 2011

Quiero creer que me equivoco

Hoy cambiará de dirección el viento, pero la peste sigue en el aire zarandeando a cada una de estas ovejas a las que les han prometido un frasco channel. Tras meses de lucha para que el mensaje de buen aroma llegase a todos los ciudadanos, y ahora que en España se olía una posible revolución, el único resultado ha sido la llegada de las políticas antisociales de la derecha.

Realmente la situación es grave. Con este pronóstico de mayoría absoluta, camparán a sus anchas en el congreso. Sufriremos los recortes que se permitieron en la pasada legislatura sumados a otros muchos sociales, como la decadencia de la enseñanza pública o la reforma de la sanidad, gracias a un futuro presidente que cuando le preguntan por su programa político, responde de forma incoherente dejando claro su plan de improvisación. Es clara la importancia de la bajada del precio de los chuches o el fomento del comercio del vino, pero resulta insuficiente ante estos cuatro años en los que se decidirá el futuro del país.

No es de extrañar este cambio en la toma de riendas. Los medios de comunicación, junto con la oposición responsable que lleva ejerciendo el resto de partidos políticos, se han dedicado ha desprestigiar la labor del gobierno durante los últimos cuatro años, los primeros no hablaban de la presión que ejercía europa al partido socialista, que ha tenido que vender su alma a cambio de permanecer en el poder. No es defendible su actuación, pero el pueblo se ha dejado llevar por la mala imagen que se ha creado alrededor de éstos.

Algún día la gente soñará despertar de un mundo que de verdad les pertenece, un mundo que no estará gobernados por los mercados, un mundo en el que de verdad tendrán voz y voto, en definitiva, en una auténtica democracia.